Yves Saint-Martin
Fue, sin duda alguna, uno de los jockeys más grandes de todos los tiempos, tomando parte en más de 15,000 carreras de caballos y ganando 3,313 de ellas, incluyendo cuatro victorias en el Arco del Triunfo, en 1970, 1974, 1982 y 1984, triunfó en estados Unidos y en el Reino Unido, y corrió bajo los colores de los más prestigiosos propietarios de todo el mundo, Wildenstein, Rothschild, y el Aga Khan, entre otros.
Era excepcional, un jockey inteligente, valiente, fuera de lo común, amante de su profesión, nervios de acero y sobre todo podía entender al animal que montaba en una carrera, aunque nunca antes lo hubiera montado, y la combinación de todo ello provocó a un número uno de la fusta, no sólo en Francia sino a nivel mundial.
Era una persona pequeña, apenas media un metro y cincuenta y cinco centímetros de estatura, y montaba con cierta facilidad a 50 kilos de peso, hecho que desde que nació se sabía, ya que apenas pesaba un kilo el día que nació.
A la edad de 20 años montaba en USA, en Washington, en el año 1962, y ganó cuatro Arcos, pero sin duda, y según sus propias palabras la victoria más extraordinaria la lograría en 1984 montando para el Aga Khan en la Bredeers Cup Turf a Lashkari, en Hollywood Park, Los Angeles, en la que dijo, "simplemente ha sido increíble."
Otro de los grandes caballos que Yves Saint-Martin recuerda con especial cariño fue la potra Allez France con la que ganó el Arco del Triunfo en 1974, y además, logró otras importantes victorias, y con la cual se compenetraba excepcionalmente, debido a que era una yegua muy nerviosa e irritable, pero a la vez increíblemente generosa en el esfuerzo.
Se retiró como jockey a la edad de 46 años, aunque su pensamiento era retirarse a los 50 años aproximadamente, pero prefirió hacerlo cuando era un número uno y que el aficionado le recordara como lo que era, algo fuera de lo común.
También estaba algo cansado, ya que Ives Saint-Martin tuvo muchos accidentes en su vida de carreras, provocándole veintiuna rotura de huesos, y la vida como jockey le ofrecía muchísimas alegrías y recompensas, pero también conllevaba mucha concentración, estricta dieta, control del peso, energías y mucho sacrificios, por lo que decidió retirarse el 25 de octubre de 1987 en Longchamp.
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